miércoles, 27 de julio de 2016

Análisis de los “nini” en comparación con el conjunto de la muestra (2): Análisis por edad.

Cuando escuchamos el termino “Educación para adultos” uno espera encontrarse con un modelo que ofrece una segunda oportunidad a aquellos que por una prematura incorporación al mercado laboral deciden volver a estudiar bien por intereses económico-laborales bien por desarrollarse intelectualmente una vez acabada su vida productiva; esto cabe dentro del modelo, pero además existen otras necesidades formativas que a falta de otras oportunidades cubre este modelo de “Educación para adultos”, esto se ve claramente en la segmentación por edad que hemos obtenido a través del estudio.
Para seguir un orden definiré cada uno de los grupos desde los más jóvenes a los más viejos. En primer lugar nos encontramos con un reducido grupo (0,89%) de jovenes de 17 años o menos, ¿que hacen estos individuos en una educación para adultos, cuando todavía son menores de edad?, se trata de personas que bien por su bajo nivel intelectual, bien por su bajo nivel de adaptación a las normas disciplinarias que imponen los centros de formación, van siendo “rebotados” de unos centros a otros y terminan en el ultimo lugar que los acoge, la educación para adultos, después de esto no hay nada y si no consiguen integrarse, solo cabe esperar que con el tiempo lo hagan. Un segundo grupo, lo ocupan jóvenes de entre 18 y 28 años, un grupo tal vez demasiado extenso, un error en la segmentación debido a la falta de presupuesto, en este caso podemos encontrar dos grupos; por una parte todos aquellos que provienen del fracaso escolar y que prácticamente son obligados por la familia a dedicarse a algo ya que no tienen ni trabajo ni oportunidad de tenerlo por no tener experiencia. En segundo lugar nos encontramos con otro grupo que dejaron sus estudios durante el boom de la construcción y que con la crisis se han quedado sin trabajo y para su reincorporación al mercado laboral les piden una titulación mínima, que no tienen, dentro de este grupo también podemos encontrar sujetos que pretenden obtener una formación laboral especializada, pero que antes deben obtener un titulo mínimo para poder acceder a los ciclos formativos (formación profesional). El siguiente grupo de 38 a 48 años cumple también este perfil, personas que abandonaron su formación para incorporarse al mercado laboral y ahora o bien se ven sin trabajo o bien en el trabajo les piden un nivel mínimo de formación para poder ocupar su puesto o aspirar a un puesto superior, como decía en el párrafo anterior al dejar sus estudios demasiado jóvenes necesitan un titulo para poder incorporarse a los ciclos formativos. El siguiente grupo de 48 a 58 años es un grupo diferente, se trata de personas que ya tienen su vida encauzada con una familia propia y su motivación es el desarrollo social y personal, aunque todavía existen casos en los que las necesidades que pretenden cubrir con este tipo de educación son laborales; son personas que dejaron sus estudios para incorporarse al mercado laboral y ahora buscan una formación que no tuvieron en su momento, por lo general tienen más interés en aprender que en obtener un titulo. Por ultimo el grupo de de mayores de 58 años, este grupo esta formado por personas jubiladas o pre-jubiladas, que buscan un desarrollo personal y cultural que no tuvieron cuando eran jóvenes, tienen interés por sacarse el titulo ya que pueden tener la intención de seguir estudiando. La educación para adultos es pues un “cajón de sastre” donde se mete más de lo que cabe. Los “nini” dentro de este tipo de formación forman un grupo muy concreto.
Nos encontramos que son fundamentalmente los jóvenes de entre 18 y 27 años, quedando el resto de grupos limitados a una presencia marginal y desapareciendo los grupos de gente más mayor, que si aparecen es por tratarse de personas con discapacidad que no han trabajado o mejor dicho no han podido trabajar nunca. Las características de este grupo vienen determinadas por lo que he comentado anteriormente del grupo excluyendo a aquellos que abandonaron sus estudios para trabajar, se trata pues de personas que han fracasado en la formación regular (reglada ESO) y que por no tener ni trabajo ni oportunidad de encontrarlo, terminan en este tipo de formación.

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